lunes, enero 10, 2005

Eric Gull en familia

Fuente Diario Ole
Nota del lunes 10 de enero
La cita fue en el Alemán de Quilmes, su club de siempre, pese a que ahora represente al Valladolid español. Eric Gull estaba desde temprano, preparando el asado que después delegó en manos de Federico, su papá. "Enseguida vienen la Flaca y el Gordo", avisa. La Flaca es Silvina Querín, su señora, hermana de Leo, compañero de la Selección. El Gordo es Juan Federico, su hijo de siete meses y medio, gestado en Rusia, nacido en la Argentina y residente español. Eric está en casa, no hay dudas. Pasa la gente y lo saluda. Es uno más. Un hombre que se transforma cuando llega su hijo. "Vení con papá", le habla a Juanfe. A la cita faltó Leo, que tenía otro asado de despedida. Silvina le cuenta las últimas noticias: "Trajeron la ropa, pero las camisetas del Mundial todavía no están". Eric se aviva y manda a traer la que usará en los amistosos para ponerse en la producción. "De paso la veo".

El teléfono suena. Es Lidia, la mamá de la Garza Canzoniero, que llama para desearle suerte. Su hijo quedó afuera de la lista pese a la gran experiencia del arquero. Al rato, se comunica Javier Zago, la Garcita, arquero de Quilmes, que está en Mar del Plata. El deseo es el mismo: "Que te vaya bien". Claro, es la noche del sábado, última en Buenos Aires antes de viajar al Mundial. Mientras, Juanfe juega con la camiseta. "¿Se la pondrá algún día?", pregunta y sueña su papá.

—¿En qué cambiaste desde que sos papá?
—Estoy mucho más tranquilo. Pienso más en mi familia. Tengo otras responsabilidades. Me encanta ser papá, verlo a la mañana cuando se levanta.
—¿Y en qué mejoraste como jugador en este tiempo?
—Mejoré mucho, ahora juego más para el equipo, lanzo menos, pero veo más las jugadas. Me sirvió ir a Rusia con Maximov (DT de Osos de Chejov y la Selección) y esta etapa en España.

El Valladolid va quinto en la Asobal, la segunda liga más competitiva del mundo, detrás de la alemana. "Estoy muy bien, arranqué en un gran nivel. Y la ciudad es muy linda. Están algunos futbolistas que juegan ahí y Alejandro, un chico que juega al baloncesto (Alloatti, del Forum), con el que nos conocemos", cuenta.

—¿Cómo ves a la Selección?
—Es un equipo más joven, todavía no trabajamos mucho juntos. Por eso nos va a servir la gira para saber dónde estamos parados.
—¿Y a Jordi, el nuevo técnico?
—Es muy respetuoso, profesional a fondo. Nos dio mucho ritmo de trabajo en poco tiempo, explica muy bien, sabe lo que quiere.
—¿Y cuáles son las expectativas para el Mundial?
—El sueño es llegar lejos. Lo veo más difícil que otras veces porque ahora pasan sólo tres. Igual tengo fe para dar el batacazo.

El tema del nuevo DT deriva en la ida polémica de Mauricio Torres, el anterior, pero el Quillo no piensa en el pasado. "Estoy motivado. Eso es bueno, por todo lo que pasó. Ojalá que nos vaya bien, así vale la pena que haya venido Jordi. Ojalá", dice mientras su hermano Christian le alcanza un choripán. La familia lo espera. "Mañana (hoy) habrá otro asado al mediodía, siesta con mi hijo y partimos". Allá va. Panza llena, corazón contento, papá feliz.